Así lo indican todos los sondeos que se han conocido estos últimos días. A una semana de las elecciones, el número de personas que aún no ha decidido su voto se acerca al 40% y la abstención declarada supera el 26%, lo cual duplicaría la de las encuestas previas a los comicios de 2009. En esta ‘indecisión’, los más perjudicados, según indican las encuestas, son los grandes partidos, en especial el PSdG-PSOE, que no llegan a retener ni al 47% de los votantes de hace tres años y medio, al BNG, que ve como un 35% de su antiguo electorado ahora se declara indeciso, y al PP, en menor medida, puesto que conserva a más del 60% de sus simpatizantes.
El problema es especialmente importante para la formación liderada por Jorquera: sus votantes siguen decantándose por el nacionalismo, pero aumenta el porcentaje de ellos que se decantaría por Alternativa Galega de Esquerda (AGE), liderada por Xosé Manuel Beiras que, además, parece que se garantiza, de entrada, más de la mitad de los votos que se llevó su coaligado, Esquerda Unida, en 2009, un porcentaje que subiría en casi 4 puntos, los que EU arrebata a los socialistas.
