Os Biosbardos deja de de recoger más animales. La protectora de Ponteareas se encuentra en una situación económica extrema que ha obligado a sus responsables a considerar el dar prioridad a la atención de los más de 600 perros y gatos que dependen, íntegramente, del trabajo diario y desinteresado de sus voluntarios y voluntarias.
Sin recursos
“La dificultad para conseguir más recursos nos ha hecho plantearnos la posibilidad de tener que hacernos cargo de más animales”, apuntan los representantes de Os Biosbardos que denuncian el “desinterés, la dejación de funciones de las Administraciones y los responsables públicos que, pese a que saben que es su deber actuar en casos de abandono y maltrato animal, se escabullen dejando su responsabilidad en manos de protectoras como la nuestra a la que tampoco facilitan medio alguno”.
Personal voluntario
Muchos de los animales que atiende a diario Os Biosbardos, además de haber sido abandonados y maltratados, padecen enfermedades crónicas, lo cual se traduce en incontables gestiones diarias, citas veterinarias, compras, distribución de medicación y alimentación o cruce de información con clínicas, cometidos que realizan personas voluntarias, que no sólo no cobran por llevar a cabo este trabajo sino que aportan de su propio bolsillo.
Centenares de miles de euros
Todas estas atenciones, como acudir a urgencias, afrontar operaciones, hospitalizaciones, esterilizaciones, revisiones, comida, medicinas o limpieza, sin contar la adaptación y socialización, la atención diaria, “porque a los animales hay que alimentarlos y cuidarlos todos los días”, búsqueda de casas de acogida, pruebas de idoneidad para adopciones, campañas de recogida de fondos, de material y de alimentos o iniciativas de concienciación, a lo que hay que añadir el mantenimiento y las reparaciones del refugio, “con problemas constantes al tratarse de instalaciones antiguas y deficientes”, implican pagos de incontables facturas que asume totalmente Os Biosbardos.
¿De qué cantidad estamos hablando?, en 2021 los gastos que tuvo la protectora fueron de casi 210.000€ y la aportación de la Administración alrededor de 6.000€, menos del 4%. “Por supuesto, todas y todos estamos aquí por amor a los animales, para evitar el sufrimiento, porque queremos acoger, atender, acariciar, ayudar, pese a una vivimos en una sociedad que se deshumaniza rápidamente, tanto como para abandonar a más de 1.000 animales cada día -serán 100.000 sólo este verano– en montes, carreteras, atados a señales, postes o semáforos, condenando a una muerte segura a un ser vivo que el día anterior dormía con nosotros o al que sacábamos a pasear“.
Es la falta de recursos, no de ganas ni de dedicación, la que les está obligando, “con un dolor intenso”, a afrontar la realidad de que ahora mismo: en esta situación no pueden hacerse cargo de más animales. Además, están estudiando durante cuánto tiempo contarán con medios para atender a los que ya tienen a su cuidado.
Los políticos deben reflexionar
Los dirigentes políticos deberían de reflexionar y asumir que su responsabilidad y su obligación es afrontar este problema, poniendo los recursos necesarios y apoyando a quienes, por generosidad, integridad y cariño se ocupan de seres indefensos que, además, son un ejemplo de gratitud, fidelidad y nobleza, valores que si las personas con responsabilidad pública se dedicasen a fomentar y promocionar, evitarían que estuviésemos a la cabeza de Europa en abandono y maltrato animal.
