Sonia Barca está a punto de perder su casa, en Arbo. La obra de una carretera, realizada por las Administraciones, ha provocado que su vivienda se haya llenado de agua y no es sólo que nadie le facilite una solución, sino que, como ella misma apunta, no la atienden.
Avisó cuando estaban realizándose las obras
El 9 de junio de pasado, poco tiempo después de empezar los trabajos, comunicó que se filtraba agua al bajo de su casa. “Aunque la obra estaba en tierra, no me hicieron ningún caso”. Ahora unos se “pasan la pelota a otros“: el alcalde, “que se presentó 15 días después de avisarlo, dice que es cosa de la Xunta y en la Xunta señalan a la empresa encargada de la carretera, y así sucesivamente”.
Inundada permanentemente
La situación es que el bajo está inundado permanentemente y Sonia tiene que deshacerse de todo lo que hay en él. La humedad ha estropeado los muebles, “que eran de mis padres”, una cocina nueva, un sofá y los electrodomésticos. Además, comenta, “han fastidiado nuestra vida familiar: no he podido celebrar el cumpleaños de mis hijas y tampoco podremos disfrutar de la Navidad”.
Irse de su casa
Y eso es sólo el principio: esta situación ha afectado a su salud, obligándola a seguir un “tratamiento con ansiolíticos” y vivir con la amenaza de que, como le ha dicho el perito judicial, si sigue la inundación, “tendré que inhabilitar mi vivienda e irme”.
Los vecinos la apoyan y se han manifestado delante del Concello, también han colgado pancartas delante de su casa, pero nada ha servido. “La única opción que me dejan”, comenta, es “llamar a los medios de comunicación y pedir, por favor, a quien corresponda, que solucione este problema”.
