El pasado día 15 de junio, agentes del SEPRONA y la Patrulla Fiscal y Fronteras (PAFIF) de Vigo establecieron un dispositivo de control del tráfico de mercancías en la N-552 a su paso por Rande. Durante el mismo, se dio el alto a un camión con semi-remolque frigorífico que transportaba pescado congelado. Requerida la documentación pertinente al conductor, éste presentó un documento de uso interno, sin validez para amparar el transporte y que, además, declaraba 5.000 kg. menos de carga.
Sin etiquetas
Así, examinada la caja del camión se comprobó que el pescado transportado (pez espada congelado) también carecía de las etiquetas identificativas obligatorias para acreditar su trazabilidad. Por ello, “ante las evidencias de que se trataba de un transporte ilícito de alimentos”, los agentes requirieron apoyo de miembros del Servicio de Seguridad Alimentaria de la Xunta de Galicia. Estos, tras realizar un examen, que, tras su examen, procedieron a la inmovilización y precinto cautelar del pez espada que alcanzaba un peso de 15.554 kg., con un valor en el mercado en torno a los 230.000 €.
Destino Italia
A la vista de ello, los agentes de la Guardia Civil prosiguieron las indagaciones para averiguar el origen y destino del transporte, la procedencia del pescado y las personas o empresas que pudieran encontrarse tras esta actividad. Finalmente, averiguaron que dicho pescado había estado almacenado, entre otros lotes legales, en un conocido frigorífico de la zona y se vendió a un comercializador que pretendía trasladarlo a Italia mezclado con otras partidas de mercancía documentadas.
Sobrepesca
Así, se realizó inspección en los almacenes frigoríficos de origen y “se comprobó que el pescado procedía de la sobrepesca realizada por un barco de bandera portuguesa que había descargado en España”. Esta embarcación, indican desde la Benemérita, al exceder la cuota asignada, declaró las capturas legales y desvió la partida ahora incautada para su venta fuera del circuito legal.
“Con la connivencia de la empresa de almacenes frigoríficos, dicho pescado se ocultó sin ningún tipo de etiquetado o documentación a la espera de su traslado a una comercializadora interesada en “hinchar” sus ventas con este producto irregular, comprado a un precio inferior al mercado y evadiendo los correspondientes impuestos“.
Cinco empresas de la provincia
Fruto de esta investigación la Guardia Civil pudo desarticular un entramado de comercialización ilícita de pescado de cinco empresas de la provincia, desde su origen a su distribuidor final, estableciendo las respectivas responsabilidades del buque de pesca, almacenista, trasportista y comercializadora.
Sobreexplotación de los caladeros, fraude y seguridad alimentaria
La pesca ilegal no declarada, o no reglamentada, se ha convertido en una de las mayores amenazas a la explotación sostenible de los recursos acuáticos vivos y para la biodiversidad marina. La comercialización de este producto también constituye un fraude fiscal y una competencia desleal que amenaza el conjunto de la actividad pesquera regulada.
Además de ello, todo el pescado que se comercializa fuera del circuito legal constituye un riesgo para la salud pública debido a la total ausencia de trazabilidad y control sanitario del producto.
Hay que recordar, asimismo, que la pesca ilegal, así como el transporte y comercialización del producto constituyen, infracciones a la normativa en materia medioambiental, fiscal, de sanidad y transporte, y, en algunos casos puede llegar a integrar un delito con penas de prisión y multa.