Queda pendiente la última fase
Algo más de un año han durado las obras de humanización de la cuarta fase de Gregorio Espino, inauguradas este miércoles por el alcalde. Se trata del tramo comprendido entre las rúas Águia y Merlo, de unos 200 metros de longitud, a la que seguirá la última fase, hasta la antigua estación de autobuses.
Unos trabajos de más de un lustro
En este tramo se han invertido 1,6 millones de euros y en toda la calle, apuntó, Abel Caballero, el presupuesto superará los 4 millones, incluyendo los trabajos que se alargarán, en su conjunto, durante casi 5 años.
Estas últimas obras abarcaron la ampliación de las aceras -que pasan a ser de granito y tienen 6 metros de ancho-; la mejora de la medianera y de los carriles de circulación- dos por sentido-; la renovación de la iluminación, que constará de 25 farolas LED y nuevos puntos de alumbrado; la plantación de 13 árboles; nuevas zonas verdes, “que ocupan 365 m2 en total”; el cambio de las canalizaciones de abastecimiento de agua, pluviales y saneamiento; nuevos semáforos y 14 bancos.
También se ha renovado completamente la rotonda existente en mitad de la calle, incorporando a la misma varias figuras de aves, recordando que en esta zona las calles tienen nombres de pájaros -Águia, Pega, Estorniño, Corvo Mariño, Perdiz, Xílgaro ou Canario-.
