El tiburón peregrino, una especie inofensiva, avistado visto en Oleiros y que apareció muerto, pereció a causa de una obstrucción digestiva causada por plásticos, según indicaron los veterinarios de CEMMA (Coordinadora de Estudo de Mamíferos Mariños).
Ayudado a volver al mar
En primer lugar, el tiburón, de 4 metros de largo -pequeño para un ‘peregrino’, que suelen superar los 8 metros- apareció en la Playa de Bastiagueiro, luego en la de Santa Cristina, donde con ayuda de voluntarios de Protección Civil, socorristas y miembros de CEMMA pudo volver al mar y, el mismo sábado, volvió a varar y murió.
Fibras de artes de pesca y un tapón de botella
Los veterinarios que analizaron el cadáver encontraron en su interior varios objetos de plástico, desde fibras de artes de pesca hasta el tapón de una botella.
Todos estos objetos habían taponado la ‘válvula espiral’, órgano encargado de aumentar la superficie de absorción en el aparato intestinal de los tiburones. Este taponamiento hizo que el escualo perdiese peso, que varase y que, finalmente, muriese.
