Ya sólo queda ella – tras la muerte de Kirk Douglass en febrero-. Olivia de Havilland, que este 1 de julio cumple 104 años, es ya la única superviviente de la época dorada de Hollywood.
De Havilland es, además, la única protagonista viva de la mítica película ‘Lo que el viento se llevó’, en la que daba vida a Melanie Hamilton y, de paso, es ya la actriz con Óscar- tiene dos- más longeva de la historia del cine.
Y es que esta artista estadounidense de origen británico, cuenta en su palmarés con cinco candidaturas y dos premios de la Academia, por ‘La heredera’ y ‘La vida íntima de Julia Norris’.
Considerada una de las estrellas de Hollywood más admiradas de la década de los 40 del siglo pasado, empezó su carrera hace 85 años y ha protagonizado películas como ‘Murieron con las botas puestas’, ‘Robin de los bosques’, ‘A través del espejo’, ‘Si no amaneciera’ o ‘Nido de víboras’.
Retirada hace más de 3 décadas, vive en París donde en 2013 recibió la noticia de la muerte de su hermana, otro mito del cine, Joan Fontaine con la que se llevó mal desde niña y con la que no tuvo relación los últimos 44 años de su vida.
Cuando cumplió 100 años fue nombrada Dama del Imperio Británico por la reina de Inglaterra Isabel II, siendo la persona más longeva que ha recibido esa distinción.
Conocida por su fuerte carácter también tiene un agudo sentido del humor: “cualquiera que oiga mi nombre tiene la clara impresión de que estoy bajo tierra desde hace años”, dijo no hace mucho.
Y lo ratificó cuando le preguntaron por la muerte, “me encantaría vivir para siempre, pero si tengo que irme me gustaría hacerlo tumbada en una ‘chaise longue’, perfumada, con una bata de terciopelo, unos pendientes de perlas, champán y habiendo acabado de resolver un complicado crucigrama”
