Las expulsiones de Sáenz y Beltrán, ambas en la primera parte, dejaron al equipo sin opciones ante los andaluces
Un Balaídos a 30 grados recibía este domingo al Granada en un partido que debería de haber servido al Celta para dar un paso adelante en el campeonato…pero no fue así.
El encuentro duró 30 minutos. Ese fue el tiempo que el árbitro, Prieto Iglesias, tardó en acabar con cualquier posibilidad, no ya de que el equipo ganase, sino de que se viese fútbol esta tarde en Vigo.
En ese tiempo el colegiado expulsó a Jorge Sáenz por un pisotón a Soldado… 20 minutos más tarde, dejaba al Celta con 9 al poner en la calle a Beltrán, tras consultar una entrada dura en el VAR.
Entonces todo cambió y el equipo se dedicó a la búsqueda del contragolpe frente a un Granada que tenía el balón y el dominio del choque…pero no sabía cómo aprovecharlo, al menos hasta que Germán marcó el 0-1 tras saque de esquina de Montero.
Eso fue todo en la primera mitad…y casi en la segunda, también, quitando el golazo que Herrera marcó desde fuera del área y, con el 0-2, puso casi el fin al partido.
El Celta no se dio por vencido…o al menos no lo hizo Iago Aspas quien tenía fe en recortar una diferencia que con nueve parecía inalcanzable…como así fue.
