El presidente del Celta ha explicado en rueda de prensa cuál es su postura sobre el club y las noticias sobre la venta del mismo a un grupo de inversión chino. Carlos Mouriño, en una comparecencia muy intensa, ha acusado a la portavoz municipal del Partido Popular, Elena Muñoz, de politizar la posible venta “habla de sentimientos vigueses. Me río, ¡caray!, da la impresión de que no se debe acordar de Caixanova…era un sentimiento muy vigués y cuando se dice de la fusión hay una manifestación inmensa y la señora Muñoz se queda callada. No asiste. No dice absolutamente nada. Qué curioso”.
Carlos Mouriño continuó con su ataque a la dirigente del PP, “¡vamos a tener que diferenciar cuál es el capital extranjero bueno y malo!”, ha dicho, y se ha preguntado cómo es que haya apoyado la fusión de Caixanova o la venta de Barreras y que cuestione esta posible operación de venta pidiendo que se revise el convenio entre el Concello y el Celta.
Mouriño enfatizó que el club tiene un corto plazo “espléndido y un largo plazo lleno de nubarrones”, e ilustró su opinión sobre ello, “si me dicen que proponga a uno de mis hijos para que presida el Celta, diría que sí…si debo preparar a uno de mis nueve nietos para ello mi respuesta sería que no, porque el futuro del Celta lo veo endeble”.
A juicio del presidente y máximo accionista del club ha añadido, “estamos subidos en una nube y tenemos un cielo azul. Esa nube se va cargando poco a poco de agua. Y empiezan las lluvias. Nos tapamos un poco. Pero esa lluvia se convierte en un torrente y ese torrente arrastra a todos. Incluidos los que estábamos cómodamente esperando esa nube”.
Además, alertó, “estamos en un magnífico momento, pero no podemos confiarnos. Las diferencias de ingresos con otros equipos son grandes. Cuando esos equipos sean capaces de pagar sus deudas nuestra desigualdad será grande” y, a continuación, advirtió, “¡ni la grada, ni los medios, ni la presión política o social van a influir en mis decisiones. Estoy aquí por decisión propia!”.
El presidente se comprometió a comprar el campo de Balaídos, si el Concello lo vende, como en otros lugares “y a la ciudad, a Vigo, a los ciudadanos, el campo no les costará un euro” y avisó en relación con el futuro del club y de su relación con la ciudad “o lo hacemos conjuntamente o, señores, me voy con la conciencia totalmente tranquila”.
Mouriño, ya en el turno de preguntas de los periodistas aseguró que la situación sobre la venta del Celta “está en la situación en la que estaba” y negó rotundamente, que la misma no está cerrada, “si el club estuviese vendido no podría hacer la oferta de compra de Balaídos”.
“El control del club lo tengo yo…yo puedo venderlo cuando quiera”, ha manifestado el presidente cuando se le ha preguntado por la ampliación de capital del club y ha enfatizado que no tiene nada que ver con la posible venta del Celta, repitiendo que no necesita esa ampliación de capital para nada, salvo para mejorar la situación del club, “yo es que ya tengo el control del club…si pongo 6 o 7 millones en esa ampliación los voy a recuperar si vendo el control…si no vendo los pierdo”.
Carlos Mouriño volvió a negar que hubiese una operación cerrada para vender el equipo, “¡ni mucho menos!”, aseguró antes de admitir que “ya no tengo la misma ilusión que cuando llegué” y señaló que le motiva, después de la mejora de Balaídos y de tener una sede –por la de la rúa Príncipe- el dejar un club fuerte y solvente, “lo de quedarme quieto esperando un resultado cada semana no va conmigo”.
“El único que corre permanentemente riesgos soy yo, los demás ven como resuelve los problemas el presidente…he llegado hasta donde podía llegar y no puedo continuar solo”, concluyó.