El Celta festejó con su afición de la mejor manera posible su histórica clasificación matemática para jugar en Europa: con una victoria ante el Granada por 2 a 1 con goles de Iago Aspas en un partido complicado en el que los de Berizzo acabaron tirando de oficio.
Dominio absoluto de los céltico, que querían aferrarse a ese quinto puesto de la tabla. No tardó en crear ocasiones claras y, a los 15 minutos de juego intenso y un penalti de Biraghi a Guidetti los vigueses se adelantaban en el marcador. El gol hizo relajarse a los célticos y dar un paso atrás para controlar el juego más a la defensiva, una oportunidad que el Granada no quiso o supo aprovechar para recortar distancias.
Fue tras el descanso cuando el Granada impulsado por la necesidad de alejarse de los puestos de descenso dio un paso al frente y plantó cara al Celta. El empate llegaba de la mano de El Arabi, que desvió con fortuna un remate desde la frontal tras un rechace. El Celta pareció volver a despertar y achuchó a los andaluces. Pase prodigioso de Nolito, remate espectacular de Aspas y el Celta recupera la quinta plaza soñando ya con Europa.
