Querían repetir una matanza en París, similar a la de noviembre de 2015, pero la presión policial les hizo cambiar de planes y organizar los atentados terroristas en Bruselas. Según ha informado la Fiscalía de Bélgica, la velocidad a la que se desarrolló la investigación tras los atentados en Francia obligó al grupo terrorista a rehacer sus planes.
Los ataques de Bruselas fueron además organizados de forma precipitada por un fallo entre los propios terroristas: el 18 de marzo la policía belga detenía a Salah Abdeslam, el hombre que tenía que haberse inmolado en París pero que fue incapaz de cumplir la misión y volvió corriendo a casa. Iba a participar en los nuevos atentados y, por miedo a que los delatara y los detuvieran, sus compañeros de célula precipitaron su actuación.
Aunque las autoridades no tienen claro ni cuál era el objetivo final a atacar en Francia ni la fecha, sospechan que el blanco sería de nuevo París y que podría ser cerca del verano, aprovechando la celebración de la Eurocopa de fútbol.
Por su parte, el último de los detenidos, Mohamed Abrini, que confesó ser el llamado ‘hombre del sombrero’, ha sido imputado por pertenencia a banda armada, asesinato terrorista en París e intento de asesinato en el marco de la investigación de los atentados de Bruselas.
