Vigo al minuto

No hay lugar como Vigo para pasar el fin de año

AÑo nuevoLa noche de fin de año en Vigo se confunde con el día. Luces, color, música, aceras con gente, que se espera, se ríe, se llama, que va y que no volverá ya hasta la la comida del primer día del año.

Hay planes para todas las ‘tribus’ urbanas: locales de copas abiertos, macrofiestas con seguratas en la puerta, cotillones, bailes de gala de tacón y pajarita, y en toda la ciudad, desde O Berbés a Bembrive y desde Teis a Samil.

La Praza de América pasa a ser el kilómetro cero y los cuartos que anticipan la llegada de 2016 suenan en el reloj del Santa Irene, mientras decenas de miles de vigueses reciben otro año donde más les gusta: en sus calles, los lugares a los que siempre van unidos sus mejores recuerdos.

Así es como decimos adiós en Vigo a estos 12 meses y desafiamos a los que vienen. Para quienes aún no hayan venido por aquí y quieran hacerlo por primera vez les recomendamos procurar aparcar horas antes de medianoche y poner rumbo al Casco Vello: no hay suerte que valga si no viene dentro de la concha de las ostras. Tampoco es efectivo llevar algo nuevo si no te pasas por el Arenal, Churruca, o las Avenidas y, desde luego, de nada vale llevar algo rojo si no lo tienes puesto mientras te tomas las uvas en As Travesas.

Todo lo que pase después es cosa tuya, pero para asegurarse la fortuna, hay que asentar el estómago con un chocolate humeante, con churros, recién hecho en la chocolatería que elijas,  aquí, a la hora del desayuno del día 1 de enero, todas son como una madre que te arropa mientras te susurra: feliz año nuevo.

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