Según los últimos datos difundidos por varios medios de comunicación franceses, a estas horas se estima que, al menos, 60 personas han muerto en París a causa de tres explosiones cerca del Estadio de Francia-donde estaba el presidente de la República, François Hollande, y distintos tiroteos -en la terraza de un restaurante y un bar-.
Un hombre armado con un Kalashnikov disparó contra los clientes de un restaurante en la capital gala. Según varios testigos el asesino gritó antes de disparar ‘¡Alá es grande!’. Por lo que respecta a las explosiones, se cree que pudieron ser producidas por suicidas que hicieron detonar sus chalecos. Los terroristas masacraron a los clientes de las terrazas de Le Carillon y Petite Cambodge, dos locales situados junto al al canal Saint Martin.
Además de ello, varios hombres mantienen como rehenes a unas 100 personas en la sala Bataclan, donde, durante una actuación de heavy metal se ha producido también un tiroteo y una explosión. Según varios testimonios subidos a Twitter, los terroristas estarían ejecutando, uno a uno, a los espectadores que estaban en ese momento en el interior.
El presidente Hollande, ha sido evacuado instantáneamente al Ministerio del Interior donde, a la hora de redactar esta información, está al frente, junto al primer ministro Manuel Valls, al frente de un gabinete de crisis que, como primera medida, ha ordenado el despliegue de fuerzas especiales en el centro de París, mientras que se ha pedido a los vecinos de toda la ciudad que no salgan de sus casas.
Los atentados se han producido diez meses después del ataque en la revista ‘Charlie Hebdo’ y un supermercado de comida judía.
