La próxima semana, el Hospital Xeral dejará de tener pacientes, después de 60 años de servicio. Se calcula que, en este tiempo, han podido pasar por sus habitaciones unos 4 millones de personas y que han sido unos 250.000 vigueses los que han visto la luz en este edificio de 75 metros de altura que, cuando se inauguró, en 1955, era uno de los hospitales más altos del Estado.
La cuenta atrás para el final de este hospital-que forma parte del perfil de Vigo- empieza el martes, día 25, cuando, a las 10 de la mañana, empiecen a dejar sus habitaciones los pacientes de oncología y hematología, además del personal de farmacia, radiología, el banco de sangre y la Unidad de Vigilancia Intensiva.
Los enfermos seguirán siendo trasladados los días siguientes para ser ingresados en el nuevo hospital, hasta que el jueves, 3 de septiembre, a las 8 de la mañana, se cierre la Unidad de Urgencias, con lo cual se acabara, definitivamente, la actividad hospitalaria.
El traslado ya está en marcha y algunas de las plantas ya empiezan a estar vacías, un aspecto que será el que tengan los 18 pisos, el bajo y los cuatro sótanos de la torre, en la que se irán cerrando los servicios de hospitalización, centrales y el área de admisión, el bloque de cirugía, rehabilitación, salón de actos, costura, vestuarios, lencería, los servicios de Reanimación y zona Quirúrgica, Oncología, Otorrinolaringología y Urgencias Pediátricas.
Con el Xeral cerrarán otros centros sanitarios de Vigo, empezando por el Cíes, edificado hace 48 años; el Rebullón, ‘urgencias’ de la rúa Bolivia, que pasan a la parte baja del Xeral, el Anexo II, que también albergará la Unidad de Reproducción Asistida y el servicio de Rehabilitación, y añadirá el Centro de Orientación Familiar, que está en el popular ‘Centro de Especialidades de Coia’, en donde están las consultas de dermatología, ginecología-obstetricia y hematología-sintrom, que se trasladan dejando el inmueble vacío, y el de A Doblada, con sus servicios de medicina interna, que también dejará de existir.