Seguramente, no llegará a cumplir la condena. Es Oskar Groening, de 94 años de edad, que fue el contable del campo nazi de exterminio de Auschwitz. Groening estaba acusado de tener responsabilidad en la muerte de 300.000 judios.
Los jueces de la ciudad alemana de Lueneburg lo han declarado culpable argumentando que aunque no mató personalmente a nadie ni participó físicamente en el genocidio que se practicaba en ese campo del terror, sí que es responsable del funcionamiento de Auschwitz al encargarse de confiscar los bienes que llevaban los prisioneros al llegar al campo, bienes que fueron usados para pagar la guerra iniciada por Adolf Hitler.
Oskar Groening es el primer nazi que ha admitido su implicación en el holocausto: ha reconocido ante el tribunal que es “culpable moral” del mismo.
