Tras 24 años como alcaldesa de Valencia, Rita Barberá no iba a irse a dirigir la oposición municipal y, mucho menos, tener que entregar, este sábado, el bastón de manado a su sucesor, el candidato de Compromís, Joan Ribó, que será alcalde con el voto de su partido, de los socialistas y de Valéncia en Comú. Así que se va: este viernes ha renunciado a su acta de concejala y mañana ni estará en el Pleno de constitución de la nueva Corporación.
Barberá ha aguantado hasta el final tratando de que su partido, el PP, fuese capaz de convencer al PSOE de un ‘intercambio de cromos’: la Presidencia de la Generalitat valenciana para el socialista Ximo Puig, con la abstención de los populares, y la Alcaldía de Valencia para ella…pero el Partit dels Socialistes de Valéncia no ha cedido, y ha cerrado un acuerdo con Podemos y Compromís, cuya representante, Mònica Oltra, ha ofrecido la Presidencia a Puig, de la que será su vicepresidenta en el Gobierno de Valencia.
Así que Barberá ocupará su escaño en el Parlament, dirigirá, de momento, el Grupo Popular en el mismo, a la espera de, en premio a su ‘fair-play’ y a su talante de ‘demócrata de toda la vida’, le ofrezcan un puesto en el Senado o, ¿quién sabe?, en la misma mesa del Consejo de Ministros.
