La década de 1980 vuelve a los tribunales. El Gobierno del estado británico abre una investigación sobre los abusos sexuales a menores cometidos por destacados miembros de la esfera pública, así como por la ocultación de la información por parte de las autoridades en la lucha contra esta tipología de delitos.
El proceso investigador se inicia por la indiferencia del exministro del Interior de Londres, Leon Brittan, tras conocer los abusos pedófilos del exdiputado conservador, Geoffrey Dickens, informaciones que salen de nuevo a la luz por el exdiputado liberal, Tom Watson. La investigación involucra a fuerzas políticas, entidades religiosas, centros de acogida, escuelas y hospitales, así como celebridades del espectáculo, véase el presentador Jimmy Savile, por las constantes violaciones a escolares.
La ministra del Interior, Theresa May, creará un organismo independiente para la investigación de los sucesos pedófilos, cuyos resultados deben plasmarse antes del 7 de mayo, las próximas elecciones legislativas. Nombran presidente la Sociedad Nacional para la Prevención de la Crueldad Infantil, Peter Wanless, encargado de la pederastia en aquella época.
