Debido a las fuertes críticas recibidas por la gestión de hundimiento del buque Sewol por parte de las autoridades y los familiares de las víctimas, el primer ministro surcoreano, Chung Hong-won, presentó durante el sábado su dimisión transcurridos 11 días del accidente.
En rueda de prensa, el político se disculpó por la “mala gestión de numerosos problemas, desde las medidas preventivas antes del accidente hasta la respuesta inicial del Gobierno y los pasos dados después“. La sociedad surcoreana critica que el Gobierno, la Marina y la Guardia Costera, organizaron de forma ineficaz los rescates. Añaden, que ofrecieron información errónea sobre el número y estado de las víctimas, consolidando la esperanza de las familias, al confirmar la mayoría de los supervivientes en las primeras informaciones difundidas por los medios de comunicación.
Debido a las condiciones meteorológicas, las tareas de rescate se han visto desfavorecidas, disminuyendo las esperanzas de localizar supervivientes. Por abandonar el barco antes que los pasajeros e interferir en las tareas de evacuación, el capitán y siete tripulantes fueron arrestados por los agentes policiales. De los pasajeros, 325 eran estudiantes de un instituto, que realizaban un viaje de estudios. El balance provisional registra 187 fallecidos y 115 desaparecidos.
