Las tropas francesas se han hecho con la ciudad en una tarde lluviosa en la que los miles de vigueses que abarrotaban el Casco Vello han podido ver en apenas una hora lo que hoy, desde donde escribimos esta crónica, 205 años atrás, costó 58 días y medio centenar de muertos.
El pueblo ha recibido a los franchutes con abucheos, palos y piedras y hasta se ha enfrentado a los soldados napoleónicos con horcas, varas o con solo con las manos, para evitar rendir la ciudad- la única que resiste ya en Galicia el avance del ejército invasor-.
Mientras las tropas imperiales rendían Vigo, apenas podía darse un paso entre los más 300 puestos de alimentación y artesanía abiertos desde la rúa Real, pasando por la Praza da Constitución, la de la Reina, la Porta do Sol, A Pedra, a rúa Real, hasta O Berbés.
Entre ellos el de ‘Secreto Galaico’- en la rúa Teófilo Llorente- al frente del cual está el conocido productor, director y actor Rubén Riós. El protagonista de ‘Libro de familia’, ‘Pradolongo’ o ‘Vilamor’– con un pie en Cornualles, a donde viajará para hablar de esta película- estará en Vigo los tres días de la Reconquista “echando una mano en el negocio familiar”, una referencia en alimentos típicos de Galicia.
Comefuegos, zapateros, artesanos, pescadores, afrancesados, herboristas, pasteleros, jugueteros, gaiteiros, acordeonistas, borrachos, condes y hasta un par de alcaldes, el actual y Vázquez Varela, elegido por el pueblo tras derrocar al anterior consistorio, se paseaban o tomaban una cerveza mientras las tropas de Napoleón reducían en minutos la guarnición viguesa y se hacían- en nombre de Napoleón y de su hermano ‘Pepe Botella’, el rey José Bonaparte- con el poder del Concello deponiendo al regidor, al de 1809.
Pero la alegría de los galos no durará, este domingo, a las 6 de la tarde, Cachamiuña, al frente del pueblo de Vigo, expulsará a los ‘gabachos’ liberándola del yugo del emperador, aunque esto le cueste recibir cuatro tiros en la Porta da Gamboa o ver morir a Carolo, un marinero de O Berbés, que pagará con la vida su intento de derribar la puerta a hachazos.