El departamento del Ministerio del Interior no pasa por sus mejores momentos de lucidez. Durante la tarde del sábado, comunica la detención en Francia de Egoitz Urrutikoetxea, hijo del jefe de ETA, Josu Ternera, el cual se hallaba en la clandestinidad.
Pasado las horas, emite un mensaje confirmando la equivocación, pues el detenido no es quien parecía ser, sino una persona del entorno del supuesto detenido Josu Ternera.
Las confusiones se suman a las precipitaciones. El enero el ministerio puso en riesgo una operación al publicar por Twitter una redada contra ETA antes de que la misión concluyera.
El error provocó la dimisión del director de Comunicación del Ministerio del Interior, Albert Gimeno. Tras verificar que los agentes no habían comenzado ni siquiera la operación divulgada, el departamento remitió a los pocos minutos un comunicado contradiciendo los hechos acontecidos.
