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El vigués que recogía firmas contra los abusos de las telefónicas, ante el juez

Xulio Comesaña, el pasado mes de mayo en Gran Vía/Tresyuno Comunicación

Las diferencias que mantenía – desde hace meses- el vigués Xulio Comesaña con una empresa de telefonía acabaron en el juzgado. Lamentablemente, no fue para resolver el problema que tuvo con sus líneas y conexiones, sino para responder- y pedir respuestas- de una denuncia mutua presentada contra él por un empleado de la una tienda de teléfonos, y la que él interpuso contra ese empleado.

Los hechos se remontan al 14 de mayo de este año, dos meses después de que Xulio  llevase su reivindicación al exterior de la delegación de Movistar en Gran Via, donde recogía firmas ‘Contra los abusos telefónicos’. Según la denuncia presentada por el mencionado empleado, Xulio le amenazó después de que aquel sacase fotos de la mesa plegable y la sombrilla que utilizaba para hacer visible su protesta.

Por su parte, Xulio presenta denuncia contra el dependiente del establecimiento alegando que este le amenazó de muerte, a él y a su familia, recriminándole que estaba poniendo en peligro los puestos de trabajo del negocio y advirtiéndole que sabía dónde vivía y dónde estaba su puesto de trabajo.

Por ello fueron citados a un Juicio de Faltas, que se celebró el pasado día 4 en el Juzgado de Instrucción número 8, una experiencia que, según relata Xulio ha sido frustrante dado que, señala, “no tuve ocasión de explicarme” puesto que la vista, como afirma, duró lo mismo que la consulta de un médico y “se limitó a los hechos que figuraban en la denuncia”, sin entrar a fondo en las circunstancias que movieron su movilización en contra de lo que asegura es un “abuso” de las compañías telefónicas y, señala, sin detallar qué pasó “realmente” en su cruce de palabras con el empleado de la tienda de Movistar.

“¿Qué hacía allí si no podía explicar los pormenores de los sucesos?”, en su opinión, “es muy fácil manipular una denuncia y muy difícil saber dónde están las falsedades y las medias verdades se a uno no le dejan explicar los puntos clave de las mentiras”.

La última palabra sobre este incidente la tendrá la juez, no será así con respecto a las continuas quejas contra las compañías telefónicas– que están entre la mayoría de las reclamaciones que se presentan en las oficinas de consumo- y, aún menos, sobre el derecho a manifestarse en defensa de lo que uno cree que es justo.

 

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