Los recortes han llegado al equipo de seguridad del molt honorable president de la Generalitat de Catalunya. No es que lleven al cinto una pistola de plástico, que las esposas sean de sex shop, con su ‘ciertopelo’ rosa o que les hayan quitado el radiocasete del coche privándoles de motivarse con la banda sonora de ‘El Guardaespaldas’ – ‘El El Guardaespatlles’ en catalán –no, no nada de eso, es que no les llega el sueldo.
La prueba definitiva la hemos conocido este martes: los Mossos d’Esquadra abrieron una investigación tras recibir una denuncia de que se cultivaba y vendía marihuana en una vivienda de Mora d’Ebre. Tras horas de seguimiento, de vigilia y de pesquisas llenas de donuts y café en vaso de cartón, descubrieron que el dueño de la casa, y del negocio, resultó ser un miembro del equipo de escoltas del presidente de la Generalitat, Artur Mas.
El agente ha flipado – o quizá ya venía flipado de casa- cuando le han comunicado que está suspendido de empleo, pero sobre todo de sueldo, por comerciar con un centenar de plantas de su propiedad…no ha trascendido si Artur se olía algo más sobre la actividad ‘empresarial’ de este mosso suyo.
