La salida de La Vuelta este lunes de Vigo no estuvo libre e polémica. A la salida de la prueba acudieron el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y el presidente de la diputación provincial, Rafael Louzán, que dieron la salida al pelotón, entre otras autoridades, incluido el alcalde. Sin embargo, Abel Caballero no participó en el acto de corte de la cinta.
Según fuentes municipales, el alcalde fue invitado por la organización a colocarse con el resto de autoridades, pese a ello, dichas fuentes aseguran que fue Louzán quien dio órdenes de que no se le permitiese estar en un lugar central en el inicio de la prueba.
Por supuesto, esta versión no coincide con el de la Diputación. De acuerdo con un portavoz de la misma, el alcalde fue invitado formalmente a participar en la salida de la tercera etapa, aunque “no en el corte de la cinta ya que, como establece el protocolo, ese acto debe ser protagonizado por el patrocinador principal, en este caso la Diputación, el director de la Vuelta, y la autoridad correspondiente del lugar de la salida, en este caso, el presidente del Puerto, al ser la salida desde terreno portuario”.
Dichas fuentes califican como “lamentable” que Abel Caballero quisiera integrarse con el grupo de autoridades “y se quedase en una esquina”, algo que, a juicio de estas fuentes, se debe a “un berrinche por no ser el centro de atención como pretendía”.
Desde la Diputación recuerdan que, “ni desde que se anunció que La Vuelta pasaría por la provincia, incluyendo Vigo, ni desde que ha empezado, no ha habido un solo problema con ninguna autoridad, incluyendo el alcalde de Pontevedra, que es del BNG, salvo con el alcalde de Vigo, quien parece olvidar que acudía a este acto como representante de los vecinos y no a título personal”. Asimismo, el ente provincial recuerda que Caballero “tampoco asistió” a la inauguración de un monolito en los jardines del Puerto, “aunque se le invitó a ello”.
