No sabemos si la decisión tiene algo que ver con las numerosas informaciones que siguen cuestionando la actitud del Papa Francisco durante la última dictadura argentina, pero, sea como sea, lo que parece que será un hecho es su primera beatificación: la de un sacerdote asesinado en dicho régimen dictatorial.
La misma recaerá en el padre Carlos Murias, secuestrado, torturado y asesinado durante la dictadura argentina en La Rioja. Y es que, éste fue el deseo expresado por el hasta hace nada cardenal Bergoglio antes de ser elegido el sucesor de Benedicto XVI.
Según recogen varios medios de comunicación argentinos, la causa de canonización la firmó Bergoglio en persona en mayo de 2011 y, ahora siendo ya el Santo Padre podría convertirse en realidad.
Nada más conocerse que sería el ya ex cardenal de Buenos Aires el representantes de San Pedro en la tierra, distintas informaciones aseguraban que el Papa podría haber estado implicado en la desaparición y después asesinato de dos sacerdotes jesuitas, durante la dictadura de Videla.
Incluso, se le relacionaría, además, según otras informaciones, con algún robo de bebé en esos años más que oscuros de Argentina.
