El indicio de ello es la información adelantada, desde Palma de Mallorca, por la emisora Última Hora Radio que, citando fuentes judiciales, daba por hecho que la hija menor del Rey sería citada a declarar por el juez Castro en dos semanas. Este cambio en la decisión del magistrado, que siempre ha rechazado esta posibilidad y que, de adoptarla, lo haría en contra del criterio de la Fiscalía Anticorrupción, se debería a la aparición de la firma de la infanta Cristina en tres de las reuniones del Instituto Nóos, de cuya junta directiva era integrante.
La Fiscalía estaría en contra de imputar a la infanta, en primer lugar porque cree que se limitaría a defender a su marido, segundo porque ello entorpecería la investigación y, tercero, porque no ve indicios penales contra ella, pues en las tres reuniones de las que firmó las actas, no se tomaron decisiones constitutivas de delito.
Sin embargo, el juez Castro no lo vería de la misma manera después de dar credibilidad a los correos electrónico entregados por Diego Torres, ex socio de Iñaki Urdangarín, y ateniéndose a las declaraciones de Carlos García Revenga, secretario de las infantas, que está imputado en esta causa y, sobre todo de José Manuel Romero, conde de Fontao y asesor jurídico del Rey, en cuyo testimonio Castro vio contradicciones evidentes, como expresó en la frase que le dirigió a Fontao, “su verdad no coincide con la mía”, o la que le lanzó al decirle que se retirara tras su testimonio,”le agradecería su colaboración pero no puedo hacerlo”.
A estas circunstancias se sumaría otra, en su recurso de apelación contra la fianza civil de 8,2 millones de euros impuesta, solidariamente, a Urdangarín y Torres, este indica que la junta directiva de Nóos, que “presidía, dirigía y ordenaba” el duque de Palma “la componía por mayoría la Casa del Rey” en las personas de la infanta, García Revenga y Urdangarin.
La imputación de la infanta Cristina es algo que también da por hecho el diario Público que, en una información publicada este jueves bajo el título, ‘Pánico en la Casa Real ante la posible imputación de la infanta Cristina en el Caso Nóos’, señala que en el entorno real son conscientes de que la imputación de la infanta es el peor de los escenarios antes de llegar al Rey, y “aunque dicen tenerlo “asumido, la materialización de este supuesto provocará un antes y un después en la Institución. Nadie en Zarzuela quiere hacer futuribles, pero todas las posibilidades están abiertas si Cristina de Borbón es imputada, desde su divorcio de Iñaki Urdangarin hasta la abdicación del Rey”.
