Eso ha asegurado Francisco Javier R.G., de 68 años de edad, durante el juicio celebrado este martes en la sede de la sección quinta de la Audiencia Provincial, con sede en Vigo. Francisco, acusado de haber cometido un un delito de abuso sexual continuado hacia una menor, ha reconocido ante el tribunal que realizó tocamientos la pequeña de 12 años de edad, aunque ha precisado que los hizo con fines didácticos y sin ánimo lujurioso.
El acusado ha explicado que solo quería enseñarle los lugares de la anatomía femenina que le podrían proporcionar placer. También ha señalado que era la propia niña la que le hacía preguntas sobre estas cuestiones.
Los hechos se produjeron en octubre de 2011, cuando la menor y su madre se encontraban a punto de ser desahuciadas de su vivienda y el acusado, que conocía a la mujer, se ofreció a acogerlas en su casa. Los tocamientos se produjeron durante los cuatro días en que madre e hija convivieron con el hombre, hasta que, en medio de una discusión, el acusado le dio una bofetada a la niña, por lo cual ambas se fueron de la casa.
Según el testimonio de ambas, fue el mismo día en que se fueron del domicilio del acusado cuando la pequeña confesó a su madre que Francisco la había tocado dos veces y que no era la primera vez que le pegaba.
La Fiscalía pide para el acusado cinco años de cárcel por un delito de abusos continuados y otro año más por tenencia de pornografía infantil, ya que la Policía encontró en su poder fotografías de menores, algunos de ellos desnudos. También pide cinco años de alejamiento y una indemnización de 1.750 € por lesiones y daños morales. La defensa del encausado solicita la absolución o, si es condenado, que lo sea por dos faltas de vejaciones, además de que se tenga en cuenta la atenuante de colaboración y el hecho de que ya ha pagado la referida indemnización.
