La información ha sido confirmada por la dirección del PP al diario Público que, este lunes publica que el ex marido de la ministra de Sanidad, Jesús Sepúlveda, solicitó su reingreso como trabajador del partido tras renunciar a su cargo de concejal en el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón el que, además, había sido alcalde. Sepúlveda se vio obligado a dimitir de su cargo tras ser imputado en el caso Gürtel, en marzo de 2009, por haber cobrado, presuntamente, medio millón de euros del entramado dirigido por Francisco Correa. Sepúlveda, que trabaja desde casa y apenas va a la sede central del PP en la calle Génova de Madrid, se dedica a la elaboración de informes para el partido.
El pasado sábado la ministra de Sanidad, durante la reunión de la Ejecutiva del PP, aseguró que ella nunca había recibido regalos de Gürtel, ni viajado, a gastos pagados por este entramado. Ana Mato indicó que quien se encargaba de los asuntos económicos, mientras estuvo casada, era su marido y que ella siempre se había ocupado de pagar todos los gastos familiares de su sueldo.
Días antes, desde Chile, el presidente del Gobierno aseguró “el PP está decidido a ser transparente y a disipar todas las dudas sobre su actividad”, insistió en que “nada hay más injusto que generalizar las prácticas de corrupción” a toda la clase política y concluyó, “nunca voy a aceptar que se generalicen conductas porque es la mayor de las injusticias que se puede cometer”, En la misma línea, en día más tarde, el vicesecretario general de Organización del partido afirmó con rotundidad que “hay partidos que se han beneficiado de la corrupción de algunos”, mientras otros, como el PP, “ni han tolerado ni toleran la corrupción en sus filas, y cuando detectan un caso lo desechan radicalmente”. Alfo que fue reiterado el día 31 pasado por la secretaria general y presidenta de Castilla -La Mancha, Dolores de Cospedal, quien calificó de “clara, transparente, limpia” la contabilidad del PP.
A ello hay que añadir que Mato, en su condición de vicesecretaria general del Partido Popular, fue quien presentó el Código de Buenas Prácticas, entonces recalcó que el PP suscribía “un compromiso de autoexigencia y autorresponsabilidad con los ciudadanos españoles que reclaman que los partidos políticos sean vanguardistas y no miren para otro lado cuando se dan conductas inadecuadas, sino que pongan soluciones a los posibles problemas que se le puedan plantear”.
