No hay precedente de un marcador tan abultado a favor de uno de los equipos que disputan una final del Campeonato del Mundo de Balonmano. La Selección Española no ha dado opción alguna a la de Dinamarca a la que ha pasado por encima en el último partido del Mundial, disputada este domingo en Barcelona.
Los españoles se hacen, de esta manera, con su segundo título del mundo gracias a un partido sin fisuras en el que han sabido, además de defender, anticiparse, contratacar y culminar las jugadas ofensivas ante unos casi irreconocibles daneses, que se fueron al descanso perdiendo por 8 goles y que acabaron el encuentro a 16 de distancia.
De paso que el equipo español se hacía con la victoria, ha ajustado cuentas con el danés, que lo apeó del último campeonato y del último europeo.
