Tseba, esa era su nombre, un joven tibetano de 19 años, murió este sábado tras prenderse fuego en protesta contra el Gobierno chino en la provincia de Gansu, en el noroeste del país.
El fallecido exigió el retorno del Dalai Lama a la región del Tíbet antes de quemarse a lo bonzo, según han declarado fuentes tibetanas. “Murió por las graves quemaduras. Los tibetanos recogieron su cuerpo y lo llevaron a su casa”, han explicado estas fuentes.
Ya son 96 las personas que se han inmolado de esta forma para protestar contra la censura y la represión del Gobierno chino, que impide la vuelta del Dalai Lama al Tíbet, después de exiliarse en 1959 tras una revuelta fallida contra la ocupación china.
