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La cabeza que se suponía de Enrique IV, fundador de la Casa Borbón…es suya, efectivamente

A la izquierda de la imagen Enrique IV y a la derecha su cabeza

Es él. El mismo Enrique IV de Francia, asesinado que el 14 de mayo de 1610 por François Ravaillac y que perdió la cabeza, no por una mujer, como sería lo previsible, sino cuando en 1793, durante el apogeo de la Revolución francesa, los cuerpos de los reyes, reinas, príncipes, princesas y nobles, fueron inhumados en la basílica de Saint-Denis los cuerpos extraídos de sus atáudes, profanados y enterrados en una fosa común fuera del edificio.

El bueno de Enrique IV estaba aún de buen ver, puesto que fue momificado a la italiana, y fue expuesto durante varios días al público, sufriendo todo tipo de mutilaciones, entre ellas la de la cabeza. Cuando en 1817 el rey Luis XVIII decidió restaurar las capillas mortuorias y devolver los restos reales a su emplazamiento original, se encontró con que tres cuerpos carecían de cabeza, uno de ellos, el de este Enrique IV.

Pues bien, y aquí íbamos, el análisis del material genético recogido de la cabeza momificada, que estaba en poder de un jubilado, se comparó con el de una muestra de sangre del interior de una calabaza en la que, hace años, se encontró otra cabeza, en este caso la de Luis XVI…y el resultado es que ¡efectivamente, es el coco de Enrique IV!

El proceso en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha sido publicado por la revista ‘Forensic Science International‘, revelan que el ADN de la sangre del pañuelo contenido en la calabaza y el de la cabeza momificada pertenecen a la misma línea de descendencia paterna y mantienen una distancia de siete generaciones. Dichas características son las mismas que relacionan el parentesco entre ambos monarcas franceses y confirman que Enrique IV fue el fundador de la actual Casa de Borbón.

Ello significa que todos los miembros varones actuales de dicha casa deberían tener este mismo cromosoma Y y, además, también confirma la paternidad de Luis XIII en relación con Luis XIV, algo que ha sido durante décadas motivo de controversias históricas…aunque no nos hayamos interesado demasiado por el tema. Como anécdota de este descubrimiento, por si no había ya bastantes, podemos destacar que el jubilado que tenía la cabeza de Enrique IV ha pedido que se entregue la misma al actual heredero del trono de Francia, Luis XX…que no es otro que Luis Alfonso de Borbón. Eso sí, parece que como Luis XX ya debe de tener ceniceros, lámparas y animales disecados colgados de las paredes, como gamos, ñus o elefantes, ha pasado…por ello, Enrique IV volverá a la tumba…de cabeza.

 

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