Los astilleros de la Ría no empezarán a trabajar el primer trimestre de este año en los encargos de la Petrolera Mexicana (Pemex), tal y como anunció el presidente de la Xunta: el cambio de Gobierno en México y la renovación de sus representantes en el consejo de administración de la petrolera han provocado una demora de al menos tres meses en la adjudicación de los dos buques hotel, los floteles, que Pemex Explotación y Producción sacará a concurso.
A su construcción, tal y como se especificaba en los acuerdos firmados por Feijóo, concurrirá la sociedad constituida por Pemex Comercio Internacional y los astilleros Barreras y Navantia…pero no se sabe cuándo.
Esto es así porque la firma mexicana está obligada a cumplir la Ley Federal Anticorrupción en Contrataciones Públicas, lo que le obliga a realizar un concurso abierto y libre. Además, al tratarse de un contrato que sobrepasa los 200 millones de dólares tiene que contar con la aprobación de su Consejo de Administración, ahora en proceso de renovación.
Esta segunda parte no parece que plantee problemas, una vez que el nuevo presidente de México, Enrique Peña Nieto, dio su “beneplácito”, durante la traspaso de poderes, a que los dos hoteles fueran construidos por astilleros de Galicia…la que sí lo hará será la primera. Y es que la adjudicación no podrá ser directa, como se dio a entender en su día, sino que los dos astilleros gallegos tendrán que competir con, al menos, una decena de competidores, y no sólo mexicanos, sino con los gigantes holandeses, franceses y noruegos.
