Se trata de un paso más que relevante y lo impulsará el nuevo máximo responsable de seguridad del Partido Comunista de China, Meng Jianzhu. Y es que, este mandatario ha anunciado que el régimen echará el cierre a lo largo de este 2013 los denominados campos de reeducación.
Estos centros en China siempre han estado rodeados de grandes críticas, sobre todo, por parte de las organizaciones de derechos humanos de carácter internacional.
El punto y final de estos campos de reeducación, conocidos como laogai en China, podría ser votado y aprobado en el plenario anual de la Asamblea Nacional Popular del próximo mes de marzo, el mismo en el que se relevará a los actuales jefes de Estado y Gobierno del régimen.
Los campos de reeducación fueron establecidos en los primeros años del maoísmo, y en ellos suelen cumplir condena arrestados sin juicio previo. Allí han pasado largo tiempo disidentes políticos del régimen chino.
Se calcula que durante los últimos 50 años más de 50 millones de personas han pasado por estos campos.
