“Todos, sobre todo las personas con responsabilidades públicas, tenemos el deber de observar un comportamiento adecuado, un comportamiento ejemplar”. Eso aseguraba el Jefe del Estado en el Mensaje de Navidad del año pasado durante el cual indicaba que “es natural” que la sociedad reaccione cuando se producen conductas irregulares que no se ajustan a la legalidad o a la ética”.
Parece que el mensaje, que fue ‘trending topic’ en Twitter, pronunciado apenas dos semanas después de que el Jefe de la Casa Real, Rafael Spottorno calificase de “no ejemplar” el comportamiento de Iñaki Urdangarín, se ha quedado solo en eso: palabras y en la explicación de que la cena de Nochebuena y la comida de Navidad son “actos privados” del monarca. Así puede deducirse de la noticia, conocida hace unos días de que el yerno del Rey pasará, con él y el resto de la familia, en el Palacio de la Zarzuela, estas navidades.
La decisión se habría tomado después de que Urdangarín acudiese, en compañía de la Reina, su mujer y sus hijos, a visitar al Jefe del Estado tras su última operación de cadera, lo que habría propiciado un acercamiento pocas semanas antes de que el Duque de Palma deba responder, de nuevo, por sus negocios.
El año pasado la infanta, Urdangarín y sus hijos pasaron estas fechas en Washington: la imputación de Urdangarin en el ‘Caso Nóos’ acababa de hacerse pública, ahora da la impresión de que la intención sería recuperar la imagen del yerno del Rey, una vez que, según los datos de una encuesta hecha pública por varios medios, indican que Su Majestad ha superado el rechazo que causó su cacería de elefantes en Botsuana, por la que pidió perdón públicamente.
