Y es que, mientras la mayoría de las aerolíneas europeas se encuentra en pérdidas o en procesos de ajustes para capear la crisis, Ryanair sale triunfante siempre. No sólo ha logrado un beneficio neto de 596 millones de euros durante el primer semestre de este año, lo que representa un 10% más, sino que, como vemos los aterrizajes forzosos y los problemas técnicos de semanas atrás tampoco le han pasado factura.
La compañía de low cost gana cada vez más, vende cada vez más y transporta cada vez más pasajeros, alcanzado los 48 millones de clientes en tan solo 6 meses.
Pese a la caída de la demanda, la aerolínea ha aumentado el tráfico de pasajeros con una subida del precio medio de sus billetes del 6%.
Ryanair suele presumir siempre de los 53€ en que se sitúa su tarifa media, frente a los 80€ de su gran rival easyJet o los 109€ de Air Berlin.
En cuanto a la previsiones de la compañía, la misma calcula que transportará 79 millones de pasajeros, un 4% más, y eleva su estimación de beneficio neto hasta un beneficio de unos 520 millones de euros.
