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El Partido Popular critica la “dejadez” en el mantenimiento de zonas verdes en la ciudad

El Partido Popular ha denunciado “la total dejadez” del alcalde y de su gobierno en el mantenimiento de las zonas verdes, en concreto del estado de los árboles, como se puso de manifiesto en la reciente caída de varios ejemplares en una zona de Coia. Según el concelleiro Antonio Bernárdez, no existe ni previsión ni preocupación por los residentes en las zonas con posible riesgo de caída de árboles, porque al alcalde no le preocupan las cuestiones cotidianas de los vigueses si no le sirven para su interés personal y político”.

Bernárdez recuerda que  “cuando se desplomó el último árbol  en la Plaza de Compostela, que a punto estuvo de causar daños personales, Abel Caballero dijo que se revisarían todos los árboles, que por edad o por otros motivos supusiesen un riesgo. Las pruebas y estudios realizados con equipos informáticos  que podían medir la antigüedad de árboles y cierto riesgo de desplome se quedaron en una fotografía, sin que se le diese continuidad al trabajo para abordar esta prospección arbórea con riesgo en todas las zonas de la ciudad”.

Coia

Por lo que se refiere a Coia, el concelleiro recalcó que hace más de tres años el alcalde anunció que se replantaría toda la lengua verde de los jardines de la avenida de Castelao, cambiando el arbolado existente,  con la intención de eliminar los chopos allí existentes y enriquecer la jardinería y césped de toda la zona. Un engaño que se quedó en las jardineras de la superficie del parking”.

A Guía

Para el PP, otro ejemplo de la ”lamentable planificación y de la dejadez que impera en el gobierno de la ciudad” es el estado en que se encuentran los setos de la subida al Monte de A Guía. Su concelleiro asegura que al alcalde se le llenó la boca al referirse a la tala de los árboles cuyo crecimiento impedía, desde hace años, que los vecinos y los visitantes a uno de los mejores miradores sobre la ría de la ciudad pudiesen disfrutar de las vistas. Aunque lo peor, recalca, es que  una vez que se cortaron aquellos árboles, nada más se hizo. “Cualquier peatón que pasee por la subida al monte de A Guía puede comprobar cómo los setos irregulares suponen un peligro de caída por un considerable terraplén para cualquiera que pase por allí. Y lo único que hay entre seto y seto es una cinta de plástico colocada desde hace tiempo”.

 

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