El narcotrafincante gallego Laureano Oubiña, que salió de prisión en julio y que, pese a ser condenado por blanqueo de dinero, no tendrá que ingresar de nuevo en la cárcel, ha declarado en una entrevista a la revista ‘Vanity Fair’, que “llevo el contrabando en la sangre, porque el contrabando es muy aditivo” y ha reconocido que no está curado aunque se siente viejo para volver a delinquir.
En la misma entrevista este traficante, que ha pasado 12 años en la cárcel, ha negado que el sistema penitenciario español sirva para rehabilitarse, “solo se rehabilitan los drogadictos, para los que llevamos el contrabando en la sangre no hay rehabilitación”, ha sentenciado.
El narco ha apostado por “vivir y defender a mis hijas y al patrimonio expoliado por el sistema judicial”,. Sobre sus ingresos ha declarado que no tiene negocios “ni legales ni ilegales”, que está jubilado y vive de una pensión no contributiva.
Sobre los 12 años que ha estado encerrado, Oubiña asegura que han sido muy duros, que es un “rehén del Estado” que no ha tenido “los beneficios penitenciarios ni derechos que todos los presos tenían”, al tiempo que enfatiza que el sistema judicial le ha robado, especialmente el juez Garzón. Finalmente, el narcotraficante dice que se ha arrepentido “millones de veces” de comprar el Pazo de Baión, “si no me meto en este maldito pazo yo no entro en la cárcel, ni se me hubiera dado la vara que se me sigue dando”.
