José María Ruiz-Mateos sólo estuvo detenido unas horas. Cuando llegó la noche la jueza consideró que su estado de salud no era el perfecto y lo mandó para casa con la intención de que este jueves se presentara, por sus propios medios, en los juzgados de Palma de Mallorca en donde ha sido requerido. Sin embargo, esto no podrá producirse, ya que el empresario se encuentra ingresado en la Clínica Quirón con problemas vasculares y dificultades en el habla.
Precisamente fueron «razones humanitarias» y la avanzada edad del arrestado las alegadas por las magistrada de Palma para dejar en libertad al fundador de Nueva Rumasa.
Ruiz-Mateos estaba citado hoy en Palma para que diera explicaciones sobre la ampliación de una denuncia por parte de la sociedad Inversiones Grupo Miralles, que el pasado año se querelló contra el empresario y sus hijos por un presunto delito de estafa en la compraventa de un hotel.
Las investigaciones llevadas a cabo ven indicios de que la sociedad que avaló la operación incurrió en un delito de alzamiento de bienes para evitar posibles embargos.
Ruiz Mateos fue detenido ayer en su casa de Somosaguas (Madrid) y fue trasladado a una comisaría de la Policía en donde pasó casi todo el miércoles.
