Aunque la huida por mar de los balseros ya no es tan masiva como las que se llevaron a cabo en las décadas de los 80 ó 90, de vez en cuando nos sorprende la desesperación que demuestran algunos cubanos por querer llegar a la costa de Florida, a tan sólo 90 millas de la isla, en busca de una prosperidad que dentro de sus fronteras nunca llega, tras más de medio siglo del régimen castrista.
El último episodio de una ‘aventura’ protagonizada por un grupo de balseros cubanos podemos leerlo en El Universal. Según relata este diario, 18 ciudadanos cubanos desembarcaron este miércoles en una playa de Florida, Estados Unidos, después de hacer una travesía desde Cuba en un bote de madera propulsado por un motor de tiempos de la antigua Unión Soviética.
Los 16 hombres y las dos mujeres llegaron a la costa de Riviera Beach, una playa al norte de West Palm Beach en un bote que medía 6,4 metros de largo y, en principio, todos ellos se encuentran en buen estado.
Como suele ser habitual cuando un balsero cubano pisa suela estadounidense y bajo la política “pies secos pies mojados” implantada en la era del ex presidente Bill Clinton, los ciudadanos podrán instalarse en el país con opción de obtener la residencia un año después de haber llegado a Florida.
No es la primera vez que hablamos de la marcha para no volver de cubanos que aprovechan salidas oficiales para quedarse. Hace unos meses ya os contamos la historia de dos actores cubanos que durante la presentación de su película en un festival de EEUU decidieron no coger el avión de vuelta.
