Es la conclusión a la que han llegado un grupo de investigadores de la Universidad de Cincinnati (EEUU). Resulta que las niñas padecen más los efectos negativos del tabaco pasivo, por encima de los niños, sobre todo, en aquellos pequeños que tienen más sensibilidad alérgica en sus primeros años de vida.
Esos daños por el humo del tabaco en niñas que presentan sensibilidad alérgica en sus 2 primeros años de vida tienen más riesgo de tener una menor función pulmonar años más tarde, a los 7 años, en comparación con aquellos que no tienen alergia.
Los estudios realizados mostraron que la función pulmonar entre las niñas fue 6 veces peor que en los niños que estuvieron expuestos a niveles similares de humo y presentaban la misma sensibilización a alergenos.
