El envío de ayuda alimentaria por parte de EEUU a Corea del Norte está en la cuerda de floja, ya que podría congelarse si el país dirigido por el joven Kim Jong-un no da marcha atrás en el lanzamiento del cohete con el satélite Kwangmyongsong-3, previsto para el próximo 15 de abril.
Así lo confirmó en las últimas horas el propio presidente de EEUU, Barack Obama, durante un viaje a Corea del Sur, enemigo desde hace décadas del régimen surcoreano, uno de los más herméticos de todo el mundo.
Obama aseguró que ve difícil mantener esa ayuda alimentaria si no se cancela ese lanzamiento y, de seguir adelante con el mismo, no descarta imponer nuevas sanciones.
Corea del Norte y EEUU llegaron a principios de marzo a un acuerdo histórico, mediante el que desde Pyongyang se comprometían a congelar las pruebas nucleares a cambio de comida. Y es que los surcoreanos llevan ya más de 20 años con continúas hambrunas.
