Las plataformas ciudadanas que surgieron para aunar el dolor de las víctimas, tras los terribles atentados de Madrid de hace 8 años, parecen estar más alejadas que nunca.
No sólo es que una vez más celebrarán homenajes por separado, dejando patente que son colectivos diferentes, sino que además el discurso desde la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo y desde la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) nada tienen que ver.
En el caso de la primera, con su presidenta Pilar Manjón a la cabeza, se aprovechó para arremter contra la apertura de una investigación por parte del fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, sobre un vagón de tren aparecido en un almacén de Villaverde, y que algún medio de comunicación asegura que estuvo implicado en el 11M.
Manjón exigió que, de una vez por todas, se acabe con la “manipulación repugnante de los conspiranoicos fanáticos” y recordó a Torres-Dulce que los crímenes “ya están juzgados“ y los culpables condenados.
Opinión distinta la que manifestó, por su parte, la presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, que indicó que el 11M sigue siendo “un caso abierto” y aseguró que todavía faltan muchos detalles “por esclarecer”.
