Se acabó su carrera judicial. El Tribunal Supremo (TS) ha condenado a 11 años de inhabilitación a Baltasar Garzón por un delito de prevaricación y por violar las garantías judiciales al haber ordenado las escuchas entre los principales cabecillas de la trama corrupta Gürtel, y que realizaron con sus abogados desde la cárcel.
Como ya sabíamos, con tan sólo un día de condena, el magistrado aparcaba para siempre su profesión y, finalmente, así ha sido. La condena adoptada por el Alto Tribunal ha sido por unanimidad de los 7 manigestrados que le juzgaron.
El juez no ha querido realizar declaraciones ni a la entrada ni a la salida del TS. El último día de este juicio por las escuchas de la trama Gürtel, Garzón dijo que asumía “todas y cada una de las decisiones tomadas” durante esa fase de instrucción del caso Gürtel.
Esta inhabilitación de 11 años a Garzón es la primera sentencia judicial que conocemos, pero no la única, ya que ayer mismo quedó visto para sentencia su segunda causa a la que se enfrenta sobre su investigación de los crímenes cometidos durante la Guerra Civil y el franquismo.
Por este segundo juicio, el magistrado se enfrenta a otros 20 años tras prosperar la denuncia del sindicato de ultraderecha Manos Limpias. También está a la espera de si se le juzga o no por una tercera causa, se trata de dilucidar si incurrió en un presunto delito de cohecho impropio, durante unos cursos patrocinados por el Banco Santander en la Universidad de Nueva York hace ahora 6 años.
