La dirección del astillero comunicó este miércoles la noticia a la plantilla que se teme, según ha sabido esta redacción, que sea “otra maniobra del máximo accionista, José María Suescum, para ganar tiempo y todo lo que pueda de la situación en la que está el astillero”.
De este manera, la empresa ha dejado claro judicialmente que es insolvente y que se abre un plazo de cuatro meses, hasta abril, para hacer efectivo el concurso de acreedores. Este paso, mientras se negocia un acuerdo para poder refinanciar el astillero, es el segundo en apenas un mes hacia el cierre de la empresa: el pasado 8 de noviembre la dirección informó a los trabajadores de que prorrogaba el expediente de regulación de empleo (ERE) que había presentado y dejaba claro al Comité de Empresa que el propietario no iba a hacer más aportaciones de capital para evitar el cese de sus actividades.
