Si parece que la crisis griega ha entrado en vías de solución después de que Papandreu decidiese aparcar el referéndum sobre el rescate, ahora quien preocupa a la Unión Europea y al Fondo Monetario internacional es Italia. Por ello, el Gobierno Berlusconi ha acordado que ambos organismos ‘monitoricen’ el plan de reformas anunciado por el primer ministro y los progresos derivados del mismo en los campos de las pensiones, el trabajo y las reformas estructurales. «Necesitamos estar seguros de que hay credibilidad en los objetivos de Italia, que va a lograrlo. Hemos decidido que el FMI participe en la usando su propia metodología, y los italianos han dicho que sí”, ha indicado un responsable de la UE.
Eso sí, los líderes europeos parecen estar curados de espanto con Grecia y han asegurado que “una línea de crédito de precaución no es vista como una opción creíble para Italia”, donde “uno de los principales problemas ha sido la falta de confianza de los mercados sobre sus planes”, ha afirmado el portavoz comunitario quien ha añadido, como un jarro de agua fría, «con el clima general y la falta de credibilidad de Italia, cada pequeño contratiempo o problema se agrava y empeora las cosas, así que los mercados no pueden tener confianza «.
