‘Este no es mi Celta que me lo han cambiado’. Eso debió de pensar el Huesca que este sábado se ha ido de Vigo con cuatro goles en contra, que pudieron ser una ’manita’ o incluso un ’set’ si los celestes no hubiesen desperdiciado algunas otras ocasiones. Los vigueses dominaron el encuentro de principio a fin y dieron una alegría a la afición.
Desde un principio, los jugadores fueron trenzando jugada tras jugada, con entrega y paciencia, teniendo la posesión de la pelota y doblegando a unos oscenses correosos.
Eso sí, la cosa no fue coser y cantar ya que el Huesca empezó imprimiendo mucha velocidad a un contrataque que fue contrarrestado por los celtiñas tocando y tocando en busca del espacio y evitando dejar huecos para evitar los balones en profundidad a la espalda de los laterales.
La primera buena oportunidad celeste llegó a los 16 minutos en una contra con pase de Iago Aspas a De Lucas y remate desviado desde la frontal del catalán. Pero De Lucas no perdonó a la siguiente. Formidable lanzamiento lejano del celeste que entró pegado al palo derecho de Bernardo. El dominio celeste, con larguísimas posesiones, se tradujo en esta ventaja, que pudo aumentar a los 22 minutos con un pase atrás de De Lucas que Joan Tomás no pudo empujar a la red por centímetros.
De Lucas, muy activo en ataque, no pudo precisar su remate tras un robo y perfecto pase al espacio de Borja Oubiña.
El Celta, que dominaba, por completo el partido, jugaba con inteligencia, con paciencia. La posesión era abrumadora, sin descuidar la defensa, y las ocasiones iban llegando poco a poco. De Lucas lanzó cerca del palo izquierdo una falta en la frontal a los 37 minutos en una nueva oportunidad celeste, la última antes del descanso.
Tras la reanudación, el Huesca cambió su fisonomía y metió a Gilvan por un central, es decir, defensa de cuatro. El delantero apenas se mantuvo unos minutos en el terreno de juego por lesión.
A los 8 minutos, Bernardo se lució con una gran parada a un magnífico lanzamiento de Oubiña de volea desde la frontal. El Celta, tras unos primeros minutos titubeantes, volvió a controlar el encuentro y a generar ocasiones, con Roberto Lago y Oier, los laterales, como protagonistas.
A los 12 minutos, Joan Tomás llevó a la red un despeje del portero tras un remate de Mario Bermejo. El empuje celeste tuvo premio enseguida para encarrilar la victoria.
El tercero pudo legar tras una brillante jugada de Iago, pero su disparo fue rechazado por Bernardo. El moañés fue derribado después en el área, pero el colegiado no señaló la infracción. Y a la tercera fue la vencida., Gran jugada de De Lucas con pase al interior del área hacia Iago para que el canterano empujase a la red.
Joan Tomás tuvo el cuarto en sus botas con un lanzamiento de penalti cometido sobre él mismo, pero su disparo salió elevado. Faltaba un cuarto de hora para el final. Iago Aspas, tras una jugada enorme de Álex López, anotó el cuarto a los 33 minutos.