Cultura

Demanda al Estado porque durante un viaje oficial se le cayó encima un espejo mientras echaba un polvo

Si eso mismo lo hubiese hecho James Bond, ahora la Corona Británica estaría pidiendo en una esquina. Pero, no, esta buena mujer cree que el Gobierno de Australia es el culpable de que se le cayese encima un espejo mientras se tiraba a un amiguete y que el mencionado espejo le causase lesiones en la nariz, boca y dientes.
Esta funcionaria se hospedaba en un hotel la víspera de una reunión de trabajo y, como se aburría, se llevó a un maromo para que le diese alegría a su cuerpo …¡aaahaa!y, alegando que estaba en viaje de trabajo, y que no necesitaba permiso oficial para echar un polvo en sus horas libres, entiende que se trata de un accidente laboral y que el Estado debe de indemnizarla…al menos así lo ve su abogado.
Claro, el letrado que defiende al gobierno australiano, Andrew Berger, cree que es verdad que durante un viaje oficial las personas necesitan comer, dormir y atender sus necesidades derivadas de la higiene personal, pero no tener sexo…bueenooo, si no te llamas Dominique Strauss.


 

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