Eso ha asegurado un tribunal holandés que ha absuelto este jueves al dirigente ultraderechista Geert Wilders del cargo de “incitación al odio” contra los musulmanes, del que fue acusado por comparar el Corán, el libro sagrado del Islam, con el ‘Mein Kampf‘, el principal manual ideológico del nazismo.
El tribunal, que admite que las acusaciones de Wilders son atroces, no cree que las mismas supongan un caso claro de discriminación, añade más leña a un caso que había abierto numerosos debates, no solo por lo que respecta a la libertad de expresión, sino por la influencia del partido de Wilders en el actual Gobierno minoritario de los Países Bajos, que necesita de su apoyo para sacar adelante sus propuestas sobre economía, entre otros asuntos.
