Mientras hasta la canciller Merkel se plantea el futuro de la energía nuclear en Alemania y Sarkozy lo hace en Francia, en España los problemas de este tipo centrales no parece preocuparnos. O no, al menos a la eléctrica Endesa. Su presidente ha asegurado que la compañía invierte en sus centrales nucleares con la premisa de que tienen una vida útil de 60 años, y considera que existe la «necesidad imperiosa» de que se alcance un pacto energético en España.
Eso sí, Borja Prado, pidió un modelo energético» más limpio y sostenible«, y que se reduzca la «peligrosa dependencia de mercados y fuerzas incontrolables» y avisó que «sería imperdonable«, que se desaprovecharan «los miles de millones de euros invertidos en instalaciones actuales».
Prado recalcó que las dos «lecciones» de Fukushima, son: «primera, que hay que actuar con prudencia, sin dejarse llevar por los condicionamientos electorales de muy cortas miras” y, segunda, que «la seguridad de las instalaciones requiere una actualización constante».