No hay vuelta atrás: esta vez el cambio climático y no la crisis es lo que reduce a 1,6 hectáreas de tierra para que cada español pueda satisfacer su consumo actual, muy lejos de las 5,4 hectáreas necesarias. Y ya nos las hemos gastado todas.
Desde esta misma tarde España entra en deuda ecológica, es decir, ya ha consumido todo lo que sus sistema ecológico puede producir, no puede regenerarlo y emite más contaminantes de los que puede absorber.
Fin de la capacidad limitada de producir recursos y absorber contaminantes sin poner en riesgo el sistema, según los cálculos de un comité de expertos británicos, la New Economics Foundation. España ya apenas cubre el 30% de su demanda y necesita cubrir sus necesidades echando mano de los recursos de otros países.
El cambio climático se come el Ártico
Ya amenaza la supervivencia de especies locales de plantas y animales, según demuestra un estudio de un consorcio de 30 científicos de 10 países que ha estudiado la situación en la que se encuentran 100.000 kilómetros de costa o el 25% de las fronteras terrestres de los 8 países que lindan con el océano Ártico. La costa se reduce a la velocidad de medio metro al año, aunque ya en algunas zonas avanza 10 metros cada año. El Ártico ruso es el más afectado.
