Y lo ha hecho en el Porto do Molle, donde se han presentado las primeras 40 naves bioclimáticas del complejo industrial. Desarrollo económico y sostenibilidad social y medioambiental caminan de la mano para generar riqueza sin perder de vista la importancia de la calidad de vida de los ciudadanos del entorno. El resultado, 40 naves en las que se han invertido 38 millones de euros, que se han construido en apenas 13 meses y que generará puestos de trabajo permanentes en un municipio marcado por la estacionalidad residencial.
En total, un millón de metros cuadrados que ya tienen a sus primeros inquilinos, como la multinacional suiza Bibys, dedicada a la distribución de piezas para la automoción. Por el momento, 11 empresas que se irán instalando en el próximo año y que generarán 250 puestos de trabajo.
Las naves podrán alquilarse o adquirirse en alquiler con opción a compra a dos o cinco años, mientras que las ofertadas en venta tienen la posibilidad de aplazar durante 10 años el pago del suelo. Para minimizar el impacto sobre el paisaje, las naves se han construido produciendo los mínimos residuos de obra y colocando cubiertas vegetales, rompiendo los planos superiores en diferentes materiales y colores, instalando paneles fotovoltaicos o un sistema de ventilación de aire cruzado para no tener que usar el aire acondicionado.
